Gabriela Waisman, tiene 38 años, se desempeña en el área audiovisual. Luego de graduarse del secundario ORT sede Belgrano, como Técnica en Programación de Informática, cursó Diseño de Imagen y Sonido en la Universidad de Buenos Aires, y simultáneamente, Dirección y Producción Integral de Televisión en el CENT N° 48. Desde entonces trabaja de manera free lance en cine, fotografía, gestión cultural y comunicación institucional.
Waisman fundó y dirigió DIVERSA, el primer Festival Internacional de Cine Gay, Lésbico, Trans de Argentina” (2004-2010). Con sede principal en Buenos Aires, fue el primero de estas características en Latinoamérica hispanoparlante, obteniendo enorme repercusión, tanto en la prensa como en el público. El festival realizó itinerancias como invitado a otros países, como Italia, Uruguay, Venezuela y España, como también por el Interior de la Argentina.
Fue pionera en trabajar en el ámbito cultural con eventos abiertos y masivos de temática GLTB, en una sociedad aún muy conservadora, sentando precedentes para cambios socio-culturales que sucedieron en los años posteriores.
En 2006, funda PRISMA, Asociación Civil por la Diversidad, organización sin fines de lucro dedicada a trabajar contra la discriminación y a favor del respeto a la Diversidad y en 2011, es declarada Personalidad Destacada de la Cultura por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.
¿En qué foros internacionales tuvo la oportunidad de participar?
En la BERLINALE, Festival Internacional de Cine de Berlín, como jurado, en los premios Teddy, en 2005. Y más tarde, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Alemania junto al Goethe Institut, me convocaron para participar en un Programa Internacional para Profesionales en Cine, con el cual regresé a Alemania en 2008, para asistir, junto a colegas de todas partes del mundo, a una nueva edición de la BERLINALE. Participo también como jurado en numerosos festivales de cine, tanto nacionales e internacionales.
¿Como evalúa la industria del cine en Argentina?
Creo que nos encontramos en un momento de muchísima producción nacional, de mucha creatividad y ganas de generar material, en una época donde acceder a la tecnología necesaria para contar una historia es mucho más simple que antes.
Sin embargo, considero que existe un gran impedimento que limita el crecimiento, que es que no tenemos un mercado audiovisual desarrollado, meramente comercial. Es decir, hacer una película es algo realmente caro. Y las fuentes de financiamiento que hay hoy en día provienen, casi en su totalidad del Estado; y los puntos de exhibición o distribución, son casi nulos o pertenecen también al Estado. Con lo cual, por un lado es muy difícil acceder al financiamiento estatal o se sufren los vaivenes políticos, y por otro, el involucramiento de fuentes privadas se hace casi inexistente.
Las únicas excepciones son las grandes productoras que tienen importantes aparatos de comercialización para su propio material. Para el resto, no hay muchas opciones.
Esa situación, que se ha extendido por largo tiempo, nos encuentra con una industria dependiente del Estado, con gran cantidad de películas, pero que en su mayoría, no tienen inserción en un circuito comercial nacional o internacional, que haría a la sustentabilidad de la actividad misma. Por lo tanto, creo que debería haber un cambio en ese aspecto, en ambos ámbitos -estatal y privado- para generar un verdadero mercado que permita considerar el cine como un trabajo a largo plazo, como una inversión que rinde frutos, y procurar generar películas de alta calidad artística que trasciendan nuestras fronteras.
¿En qué medida su paso por ORT le aportó para su trabajo actual?
ORT me permitió desarrollarme en un ámbito de pensamiento activo y de participación, de contacto directo con tecnologías modernas, y de trabajo en red.
Me brindó también, una apertura directa a otras instituciones, empresas y ONGs, que me permitieron adentrarme en distintas experiencias. Siempre me pareció muy interesante, la posibilidad que brinda este colegio para desarrollar los intereses particulares que surgen de cada alumno, en proyectos especiales. Mucho de esto, fueron las bases para aprender a generar y llevar a cabo proyectos a lo largo de la vida.
¿Cómo construye liderazgo en su profesión?
Tuve una experiencia muy particular con este tema. Mientras desarrollaba el festival de cine, por el escaso apoyo económico, teníamos que armarlo en su totalidad con la participación de voluntarios. Y entonces, el liderazgo era algo más complejo de generar.
Los voluntarios se acercaban movilizados por distintos intereses personales, que podían ir desde la búsqueda de inserción laboral, a simplemente conocer gente o hacer contactos. Los parámetros eran muy distintos a los de un trabajo convencional.
La gente participaba por su voluntad, y no por necesidad. El tema es que si, por ejemplo, les aburría, simplemente se iban. Eso me permitió aprender mucho sobre liderazgo, y a construirlo desde una conexión real con la persona con la que se trabaja, haciéndole saber que su trabajo vale, valorándolo realmente, y teniendo en cuenta muchos otros aspectos en el día a día.
Desde un trato positivo, siempre se pueden mejorar las diferencias que haya. De todas formas, como todo acuerdo entre dos partes, es indispensable que del otro lado, haya también alguien idóneo y predispuesto. Si los dos factores se dan, entonces será un éxito el trabajo en equipo.
Links de interés:
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